Guyana negoció territorio petrolero venezolano con transnacionales

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Maria Alesia Sosa Calcaño
Ricardo Sánchez Silva
Guyana otorgó licencias a varias compañías petroleras internacionales para explorar, y eventualmente explotar territorio venezolano, en las costas de Delta Amacuro, parte de la plataforma continental del país. Una zona, por cierto, rica en reservas de petróleo y gas. Todo esto, sucede ante la mirada indolente del gobierno de Venezuela.
En los últimos 5 años, el gobierno venezolano se ha hecho la vista gorda ante los negocios que hace Guyana con empresas petroleras sobre territorio venezolano, específicamente en la fachada atlántica de Venezuela, en las costas de Delta Amacuro. Esto, como parte de la intención de Guyana de ampliar su plataforma continental.
Hoy están vigentes tres concesiones en la zona: la más reciente es la que adjudicó Guyana a la empresa canadiense CGX Energy en el bloque Pomeroon. Una nota de prensa difundida por la empresa y publicada en su Web el 13 de febrero de 2014 confirma el acuerdo. “La compañía se complace en anunciar que el Gobierno de Guyana otorga dos nuevas licencias para trabajos de exploración petrolera en las costas de Guayana”.
Otro contrato aprobado por la antigua colonia inglesa, es el que firmó en 2012 con las empresas ExxonMobil y Shell, para explorar el bloque Stabroek. En sus informes financieros y de operaciones, ambas compañías mencionan las acciones en la zona. Siempre se refieren al bloque como parte del territorio guyanés, nunca venezolano. La empresa holandesa Shell participa en 25% del acuerdo, mientras que la estadounidense ExxonMobil lo hace con el restante 75%. Las evaluaciones preliminares a la perforación en este bloque, comenzaron en 2008, y los estudios sísmicos en dos y tres dimensiones ya los concluyeron. Guyana negoció parte del territorio venezolano, cuando firmó una nueva concesión con la empresa norteamericana Anadarko en el Bloque Roraima, el 27 de junio de 2012. En la alianza, el gobierno de Guyana ofrece propuestas técnicas para la exploración de aguas profundas en ese bloque. Una foto de la firma del acuerdo muestra a la junta directiva de la petrolera, junto con el ministro guyanés Robert Persaud, así como el embajador de EEUU en la otrora colonia inglesa.
El Gobierno de brazos cruzados
Sólo en el caso del bloque Stabroek hubo reclamos de Venezuela, y fue hace más de 15 años. El Ministerio Exteriores y el de Energía y Minas venezolano de entonces, denunció el caso ante el Congreso Mundial del Petróleo, en Calgary, Canadá, en 2000 y en el de Río de Janeiro, Brasil, en septiembre de 2002. Esto paralizó la exploración petrolera en el Bloque Pomeroon, pero se reanudó en 2009.
A partir de 2004 el Gobierno de Chávez mantuvo excelentes relaciones con Guyana. En el año 2011, Chávez envió al entonces canciller Nicolás Maduro a Puerto España para defender “con pies de plomo” la posición de Venezuela ante las intenciones de Guyana de ampliar su plataforma continental. Maduro regresó del viaje y declaró que el encuentro fue “un éxito de la diplomacia de paz”.
Mientras avanzaban las operaciones de las tres compañías en territorio venezolano, en agosto de 2013, el presidente Nicolás Maduro viajó a Georgetown para participar en la V Comisión Binacional de Alto Nivel, con el fin de “estrechar lazos de cooperación” con Guyana. Sobre ese encuentro, el presidente del país vecino, Donald Ramotar, declaró que estaba “satisfecho” con la forma en que Chávez manejó las relaciones con su país. “El Presidente Chávez cambió la manera de pensar sobre la relación entre Guyana y Venezuela”, sentenció.
El embajador Emilio Figueredo, quien es negociador del Esequibo por parte de Venezuela, señaló que el silencio del Gobierno obedece a intereses políticos. “El Gobierno ha necesitado el apoyo de Centroamérica y el Caribe para bloquear cualquier iniciativa que se hiciera en la OEA, en cuanto a la posible aplicación de una carta democrática. Ha comprado votos a cambio de soberanía nacional, entregando territorio”, enfatizó.

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