¿Sabía que cuando fuma su organismo recibe veneno para ratas?
El tabaquismo continúa siendo la primera causa evitable de enfermedad de muerte prematura. Este está compuesto de más de 4000 sustancias químicas, incluyendo más de 60 cancerígenas; entre destacan: amoniaco (utilizada comúnmente como limpiador de pisos).
El humo del cigarrillo se produce por la combustión o quema no solo del tabaco, sino de los aditivos que contiene cada formula, en cada marca de cigarrillo. El cigarrillo está compuesto de más de 4000 sustancias químicas, incluyendo más de 60 cancerígenas; entre destacan: amoníaco (utilizada comúnmente como limpiador de pisos), tolueno (presente en solventes industriales y veneno para ratas ), cadmio (el mismo que contienen las baterías de los carros), arsénico (veneno), cianuro (veneno), benceno.
Entre los gases venenosos que se hallaron presentes en el humo de cigarrillo, se hayan: óxido de nitrógeno y monóxido de carbono.
Su principal ingrediente activo es la nicotina, una droga tan adictiva como la heroína o cocaína, la cual se encuentra en forma natural en el tabaco. Esta droga afecta al corazón y a los vasos sanguíneos, al sistema hormonal, al metabolismo del cuerpo y del cerebro. La nicotina se transfiere a la leche materna y a las secreciones del cuello uterino, es decir a los bebés o al feto.
Lamentablemente es inevitable que la nicotina durante el embarazo, atraviese libremente la placenta y se ha detectado en el líquido amniótico y en la sangre del cordón umbilical de recién nacidos. Esta es la primera herencia que la madre fumadora lega aún antes del nacimiento, a su hijo.
El fumar no sólo le hace daño a la salud de quien lo consume, sino también a la salud de las personas que lo rodean. Es tan determinante, que se ha comprobado que la exposición al humo de cigarrillo de segunda mano o lo reconocemos como inhalación pasiva, causa por igual miles de muertes cada año, motivadas al cáncer del pulmón y -enfermedades cardíacas, en las personas que jamás fumaron.
Además de ello, el consumo del cigarrillo es causante de aproximadamente la tercera parte de todas las muertes por cáncer en el mundo y el 90% de los cánceres de pulmón.
Sin ser alarmistas, estudios llevados a cabo por innumerables especialistas, biólogos, químicos, médicos de todo el mundo, ha demostrado que el fumar es uno de los causantes de cáncer de la cavidad oral: laringe, faringe, esófago y vejiga. Contribuyendo por igual al desarrollo de cáncer del riñón, páncreas, esófago y cuello uterino, Por tiempo prolongado, el tabaquismo, es la causa de la enfermedad cardíaca.
Dentro de éste terrible contexto, ¿en que nos beneficia el dejar de fumar?…
• A partir de veinte minutos después de fumar, su ritmo cardíaco y su presión sanguínea bajan.
• 12 horas después de dejar de fumar, el nivel de monóxido de carbono en sangre, baja hasta lo normal.
• De 2 semanas a 3 meses de abandonar el cigarrillo, la circulación mejora y la función pulmonar aumenta.
• De 1 a 9 meses después, disminuyen la tos y la dificultad para respirar.
• 1 año después de abandonar el cigarrillo, el riesgo excesivo de presentar insuficiencia coronaria, se reduce a la mitad, del que tienen los fumadores.
• 5 años después, se reduce el riesgo de sufrir derrame cerebral y 15 años después el riesgo es el mismo que el de una persona que no fuma.
• 10 años después de dejar de fumar, el índice de mortalidad debido al cáncer del pulmón, se reduce casi a la mitad.
• 15 años después, el riesgo de padecer de insuficiencia coronaria, es el mismo que el de una persona que no fuma.
• A los 25 años después de haber dejado de fumar, los pulmones comienzan a regenerarse, pero jamás se recuperan del todo.
• 12 horas después de dejar de fumar, el nivel de monóxido de carbono en sangre, baja hasta lo normal.
• De 2 semanas a 3 meses de abandonar el cigarrillo, la circulación mejora y la función pulmonar aumenta.
• De 1 a 9 meses después, disminuyen la tos y la dificultad para respirar.
• 1 año después de abandonar el cigarrillo, el riesgo excesivo de presentar insuficiencia coronaria, se reduce a la mitad, del que tienen los fumadores.
• 5 años después, se reduce el riesgo de sufrir derrame cerebral y 15 años después el riesgo es el mismo que el de una persona que no fuma.
• 10 años después de dejar de fumar, el índice de mortalidad debido al cáncer del pulmón, se reduce casi a la mitad.
• 15 años después, el riesgo de padecer de insuficiencia coronaria, es el mismo que el de una persona que no fuma.
• A los 25 años después de haber dejado de fumar, los pulmones comienzan a regenerarse, pero jamás se recuperan del todo.
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