Tanto Chávez como el gobierno cubano coinciden en que son muy pocas las posibilidades de que el presidente venezolano aguante -físicamente- los duros rigores de la campaña electoral. Además, está el "factor Capriles" que sigue subiendo en las encuestas y ningún sustituto de Chávez tiene la más mínima posibilidad de vencerlo.
Esta difícil encrucijada política, estaría llevando a los hermanos Castro a promover, con el consentimiento de Chávez y sus funcionarios malandros, un posible boicot electoral (recuerden recién creado comando especial antigolpe), que llevaría a las suspensión indefinida de los comicios presidenciales.
Por lo tanto, hacemos un llamado urgente para que tome nota de esta situación tan peligrosa y haga una pública advertencia, tanto al gobierno cubano como al venezolano, de que ni ellos, ni la OEA, ni la comunidad internacional, aceptarán bajo ningún pretexto, un régimen militar de facto en Venezuela, que además implique una suspensión o fraude electoral.
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