¿Conoces a
esas personas que dan vueltas y más vueltas a las decisiones, incluso las más
simples? No me refiero solo a las grandes elecciones de la vida, también a las
pequeñas del día a día. Cambiar de compañía telefónica puede llevar semanas o
meses de análisis minucioso.
Quisiera ir
al gimnasio, pero la indecisión me hace cuestionar si este es el momento
adecuado. Tal vez debería esperar al próximo mes o incluso al siguiente. El
resultado es evidente: nos quedamos estancados en la famosa parálisis por
análisis.
Y así te
quedas estancado, sin avanzar, sin probar cosas nuevas.
Y eso es una
pena, porque la vida (y los negocios, los emprendimientos o los proyectos) no
se trata de tomar buenas decisiones, sino de tomar decisiones rápidas
Lo voy a repetir:
La vida (y
los negocios, los emprendimientos o los proyectos) no se trata de tomar buenas
decisiones, sino de tomar decisiones rápidas.
Esta situación
surge porque estas personas están obsesionadas con tomar la "decisión
correcta". Para ellos, es más crucial elegir la opción perfecta que
simplemente tomar una decisión y seguir adelante. Así, el tiempo pasa, a veces
semanas, meses o incluso años, dependiendo del contexto y del tema.
¿Por qué?
Porque una
persona que decide hacer algo y lo hace al momento, tiene más posibilidades de
crecer que la que se queda pensando. Por ejemplo, si decides crear un canal de
YouTube y al día siguiente ya estás grabando, aprenderás mucho más rápido que
el que necesita tres meses para planificarlo todo. (Yo tardé unos diez años en
hacerlo, así que sé de lo que hablo).
¿Por qué?
Porque una
persona que decide hacer algo y lo hace al momento, tiene más posibilidades de
crecer que la que se queda pensando. Por ejemplo, si decides crear un canal de
YouTube y al día siguiente ya estás grabando, aprenderás mucho más rápido que
el que necesita tres meses para planificarlo todo. (Yo tardé unos diez años en
hacerlo, así que sé de lo que hablo).
los negocios,
emprendimientos o proyectos no crecen más por tomar "buenas"
decisiones, sino por tomar decisiones de manera más rápida.
Reitero: los
negocios no crecen más por decisiones perfectas, sino por decisiones rápidas.
Estoy
completamente de acuerdo. Aquellos que actúan con rapidez, como alguien que
decide crear un canal en YouTube y comienza a grabar al día siguiente,
experimentarán un crecimiento más rápido que aquellos que tardan meses en
evaluar pros y contras. Lo mismo ocurre con quienes deciden publicar un libro
en KDP y se lanzan a la creación de inmediato.
¿Que la
decisión rápida tiene éxito? Genial. ¿Que no sale como esperábamos? Aun así,
hemos ganado tiempo para ajustar y hemos aprendido más rápidamente que si nos
quedamos en la parálisis del análisis. Este proceso de toma de decisiones nos
impulsa a mejorar y optimizar nuestros métodos para la próxima ocasión,
manteniéndonos uno o varios pasos adelante.
Tomar
decisiones rápidas no implica ser temerario ni decidir en un instante (aunque a
veces sí). Se trata de ser ágiles en la toma de decisiones. De hecho, cuanto
más practicamos esta agilidad, más acertadas tienden a ser nuestras decisiones.
Puede que
ahora estés indeciso sobre crear libros en KDP en crear videos en YouTube o no.
Aunque tus dudas solo retrasan tus próximos pasos, la elección es tuya, es tu
vida. Pero recuerda, nuestro futuro se construye con las decisiones que tomamos
hoy. Cuanto antes las tomemos, más rápido alcanzaremos nuestras metas. Claro,
también puedes quedarte donde estás si estás satisfecho, o puedes dejar que
pase otra semana, otro mes, otro año más.
Solo toma la
decisión clara: Recuerda el que mucho piensa no hace nada
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