CITGO: entre la pobreza y la codicia

Especial, Reporte.- En el año 2004 la revista Fortune habló de Citgo como una de las empresas más admiradas del mundo. En este 2007, CITGO es promocionada como benefactora de gente pobre en Venezuela y los Estados Unidos, a la vez que otras voces al observar sus inversiones, gastos, evasiones fiscales e intereses le denuncian como una estafa a la nación Venezolana.

¿Cuál es la realidad?
Este tema goza de mucho interés político, por lo que cuesta al ciudadano común asumir una posición imparcial sobre el mismo. Dejemos que un análisis breve de su historia, pero sobre todo los números derivados, y escarbados, de diferentes informes y fuentes, hablen por si mismos de CITGO, nos permitan conocer el aspecto medular de lo que ocurre, y tomar posición al respecto.

La historia
CITGO es una empresa que nació a la sombra de la cultura económica y energética de los Estados Unidos. Desde 1910 cuando una pequeña empresa llamada “Cities Services” nace y hasta que se consolida en 1965, sus actividades y negocios muestran una cultura de una típica empresa “doméstica” del norte. 

En 1982 la Occidental Petroleun Corporation adquiere a Cities Services, y en 1983 la empresa “Southland Corporation” adquiere el negocio de refinación y mercadeo de Cities Services y lo renombraCITGO. 

PDVSA entra al negocio como parte de sus operaciones iniciales, al incursionar en la liga de negocios internacionales en 1986 cuando le compró a Southland el 50 por ciento de CITGO. 
En 1987 compró el 50 por ciento de la refinería “Champlin” en Corpus Cristi, Texas, quedando la otra mitad en manos de UNOCAL. La empresa resultante fue llamada UNOVEN, y entre los dos socios se encargarían de suministrar crudo para la refinería.

En 1990 PDVSA adquirió la otra mitad de CITGO y de “Champlin” en Paulsboro, Pensilvania, y luego en 1993 compró “Savannah”, en Georgia. 
Siguen las compras y entre 1994-1997 PDVSA adquirió el 50 por ciento de Lyondell-Citgo, con base enHouston, e incrementó su participación accionaria de 11 por ciento a 41 por ciento y adquirió la otra mitad deUNOVEN y le cambió el nombre a PDVMR. Es interesante destacar que una vez adquirida la totalidad de UNOVEN, se reduce el volumen de crudo aportado por PDVSA y se incrementó el comprado en el exterior. 

En el 2004 se decide mudar las oficinas de CITGO en Tulsa, Oklahoma a Houston en Texas. Esa mudanza tuvo un costo cercano a los 100 millones de dólares, y generó compromisos de deuda a futuro con el gobierno de Texas, mientras algunos analistas señalaron por prensa internacional que en Oklahoma se pagaba menos impuestos.

En el 2006 vende su 41 por ciento de participación en Lyondell por 1.314 millones de dólares. 


De todos estos negocios, se denuncia por diferentes autores (J.C. Boué, C.M. Potellá, Gastón Parra [hoy presidente del BCV], entre otros), que tras bastidores se materializaron una serie de adquisiciones de activos, que sufrían de una infame carencia: las refinerías compradas fueron diseñadas y construidas para refinar crudo liviano, y el nuestro es principalmente pesado, de modo que se estaban sentando las bases no para un negocio venezolano, sino para uno multinacional cuyo núcleo planteaba vender nuestro crudo con descuentos de hasta el 20 por ciento de su valor en ese momento, y comprar el liviano a refinar en los mercados a precio internacional.

Cuando se analiza en detalle los aspectos históricos de las políticas petroleras venezolanas y las operaciones de compra y venta en CITGO, parece acertado el juicio de diversos analistas quienes coinciden en que “CITGO es una empresa diseñada para exportar ganancias e importar costos. Nace producto de fusiones de diversos intereses financieros en EE.UU., es adquirida por PDVSA entre 1986-1990 como parte de un programa político de
internacionalización, se forja al calor de negocios que lesionaron el patrimonio nacional y que justificaron inversiones mil millonarias, en divisas para mantener activas refinerías adquiridas con sobreprecio y en pésimas condiciones de funcionamiento”.

Este breve resumen destaca principalmente tres cosas:
I) CITGO nació, creció y se consolido en territorio norteamericano y sus relaciones y transacciones están adecuadas a la infraestructura, cultura e intereses de esa economía.
II) CITGO es una empresa que moviliza mucho dinero por concepto de compra de crudo liviano en el exterior, así como por sus transacciones en la bolsa y pagos a terceros.
III) El margen de ganancia histórico es muy bajo pues la ganancia de CITGO depende de lo que queda de ganancia luego de refinar, lo que llaman los expertos el “netback” que es la diferencia de los ingresos por venta menos los costos y gastos de refinación.

La codicia
La tabla 1 [Abajo] expone las cuentas de CITGO desde 1990, cuando es adquirida en su totalidad porPDVSA. Interesante que el total de ingresos desde entonces y hasta finales del 2004 es de 228.512 millones de dólares, poco más de 8 veces la deuda externa venezolana, mientras que el aporte al fisco venezolano es de apenas 1.113,8 millones de dólares, lo que representa un 0,5 por ciento, esto es, 50 centavos de dólar por cada 100 dólares vendidos.




No existen balances publicados de CITGO desde el 2005, y para completar, las cifras se dispone solamente de las declaraciones de sus Gerentes.
 Félix Rodríguez, presidente de CITGO, y Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Petróleo y Presidente de PDVSA, indicaron que al cierre del 2005 CITGO generó dividendos por el orden de los 750 millones de dólares. Luego agregan que “si incluimos los activos que vendimos, como es el caso de la refinería Lyondell, los dividendos pasarían los 2.100 millones de dólares. Ya para Venezuela se enviaron 800 millones de dólares, por concepto de dividendos. Mientras que por venta de activos la cifra llega a 1.075 millones de dólares”. 

La medula espinal de este asunto es: ¿vale la pena invertir 100 dólares en CITGO, si el retorno es de sólo 50 centavos de dólar?. 

La respuesta depende de quien la dé:
• Para un Directivo de CITGO la respuesta pudiese ser algo como: “el netback siempre arroja márgenes pequeños, pero resulta estratégico mantener presencia en mercados como Estados Unidos, además, estamos mejorando el aporte fiscal con la visión del nuevo gobierno”.
• Para un Gte. de Mercadeo de CITGO la respuesta pudiera ser: “por supuesto que es un buen negocio”. Claro que hay que recordar que los bonos de productividad a los empleados en CITGO, no se pagan por lo que se vende o la ganancia corporativa, sino por el volumen de compra de crudo liviano a terceros.
• Para un político en el gobierno de turno: “la revolución ha logrado que CITGO envíe dividendos a Venezuela que antes se quedaban en Estados Unidos, estamos adecentando a CITGO”.
• Para un político en la oposición: “el gobierno está recibiendo más dinero porque el precio del barril fue mayor en el 2005, y no por políticas acertadas o buen criterio gerencial”.
• Para un lector de prensa avispado o para alguna profesora capaz de la autocrítica, en algún salón de clase en una universidad en Venezuela, la respuesta pudiese ser: “CITGO fue, y sigue siendo, un insulto y una estafa contra nuestra nación, es una verguenza, y deberían liquidar esos activos, detener la compra de crudo a precio internacional y encarcelar a los culpables de su creación y a los que perpetúan su existencia”.
• La respuesta de un residente del Estado Vargas, a cuya comunidad CITGO le haya donado 1 millón de dólares… la veremos adelante en este análisis.

La pobreza
Aunque CITGO percibe enormes ingresos, eso no le hace una empresa rica ni enriquecedora del interés venezolano. Un breve análisis de sus numeritos financieros revela que en realidad a través de CITGO se empobrece a la nación desde sus inicios, especialmente desde 1990. 

La gráfica 1 [Abajo] muestra el porcentaje de costos operativos de PDVSA y el porcentaje de participación fiscal. Se observan cuatro aspectos importantes:




Los costos de Petróleo de Venezuela mantienen una tendencia permanentemente ascendente, tal como muestran las barras del gráfico y su curva de tendencia. La participación fiscal muestra tendencia clara a bajar desde 1990, como se observa por las barras gris oscuro y su curva de tendencia en gris. Hay un ligero repunte de participación fiscal en 1996 y luego la tendencia vuelve a bajar. El punto de cruce de las cifras es 1990, el año en que se concreta la compra completa de CITGO. 

Es importante señalar que el impacto más sensible de los gastos operativos para PDVSA lo representan justamente las compras y gastos que realiza en el exterior, especialmente el crudo liviano que se compra para poder suplir las refinerías que conforman a la corporación que llamamos CITGO.

Sobre el uso del dinero en CITGO y la evasión fiscal ha habido mucho análisis, y todos concuerdan en “es un mal negocio”, por no decir algo peor.

En el 2004, Vladimir Noriega (auditor general de CITGO) y Jesús Rojas (Pte. de la Subcomisión Especial de Investigación de CITGO) informaron en a la prensa que desde el 2001: “se diagnosticó una disminución de los derechos del dueño”. 


En la misma línea de denuncias estos personajes informaron que: “en el año 2002 CITGO gastó 718 millones de dólares y no sabemos en qué”. 

La gráfica 2 [Abajo] muestra el porcentaje de costos operativos de PDVSA y los gastos realizados en compras de crudo para nutrir las refinadoras en el exterior. Se observan dos aspectos claves:




Los costos de PDVSA mantienen una tendencia ascendente. Las compras de crudo en el exterior muestran un importante incremento a partir de 1990. Cabe destacar que es 1990 el año en que PDVSA adquiere la totalidad de UNOVEN para CITGO y se reducen los volúmenes exportados de crudo Venezolano, de modo que se incrementó el numero de barriles comprados en el exterior.

De menos de un 5 por ciento de los gastos de PDVSA, a partir de 1990 la compra de barriles para CITGO se convirtió en un 23 por ciento, y llega a un máximo de 40 por ciento en el 2001, y 39 por ciento para el 2004. Recientemente se publicó información sobre el hecho que CITGO compra unos 350 mil barriles por día en el exterior.
 

Las compras son para cargar sus refinerías y para surtir sus estaciones de servicio, pues PDVSA sólo suministra la mitad de los crudos que CITGO necesita, de modo que se sigue subsidiando una cadena de valor lejana al interés nacional.

El Ministro Ramírez informó que en el 2005 el ingreso Internacional para PDVSA fue de 54.304 millones de dólares, y sus costos y gastos 51.779 millones de dólares, estos últimos principalmente obedecen a la compra de crudo para refinación.

En esa línea de información O. Campell señala que “cuando se revisan los desembolsos de PDVSA en esta materia se reporta un total de 25.400 millones de dólares en el 2004 y 32.979 en el 2005. El aumento en 2005 refleja el alza general en los precios de petróleo "de modo que una bajada del precio del barril no solo aprieta la garganta en Venezuela, sino que hará humo las 'ganancias' de CITGO".

Dado que desde el 2006 CITGO no envía sus cifras a la SEC, no se cuenta sino con declaraciones de prensa de voceros de PDVSA, que en algunas oportunidades son ambiguas o difieren en los montos indicados, lo que dificulta una evaluación de resultados.

Se evidencia que CITGO es una carreta con los bueyes detrás, una carga pesada para Venezuela. Maneja mucho dinero en la compra, en las comisiones, impuestos y en relaciones empresariales internacionales, pero casi nada aporta para Venezuela.

De todos modos, dondequiera que haya mucho dinero, pocos controles y mucho poder político... siempre habrá defensores de lo indefendible.

La imagen
Estos últimos años se ha realizado una flamante campaña de imagen involucrando a CITGO en el “rally” en el Orinoco y con notas de prensa sobre “donaciones” de medicinas y apoyos “generosos” a las misiones.

Por ejemplo en el 2004 hubo mucha publicidad por 1.5 millones de dólares donados en medicinas al programa “Barrio Adentro” en el Estado Vargas por parte de CITGO.
 ¿Cuánto representa eso si se compara con lo que hemos enviado al exterior o con las ventas realizadas? Esto nos puede permitir suponer que la respuesta de un ciudadano de Vargas, favorecido por la generosidad de CITGO pudiese ser “nunca nos habían dado nada, y ahora con la revolución CITGO nos esta ayudando, que viva CITGO”.

¿Cómo explicar al ciudadano común que tales donaciones representan 1 dólar por cada 38.500 dólares vendidos en el exterior?

Los dueños de CITGO preguntamos
El Artículo 143 dice: “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser informados e informadas oportuna y verazmente por la Administración Pública”, ... “Asimismo, tienen acceso a los archivos y registros administrativos”... “No se permitirá censura alguna a los funcionarios públicos o funcionarias públicas que informen sobre asuntos bajo su responsabilidad”.

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