Vampiros

PERSONAJESEditar sección PERSONAJES

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICAEditar sección LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA

  • Londres, Inglaterra
  • Rindley, Inglaterra

ARGUMENTOEditar sección ARGUMENTO

Sir Frederic Flagherty, un aristócrata inglés amigo de Pachu, decide venderle a éste el último vestigio de su fortuna, la esmeralda Romanov, pero antes de hacerlo es asesinado y la esmeralda es robada. La hija de Sir Frederic, Alice, y el inspector Douglas de la policía de Londres sospechan de Pachu como autor del crimen, pero la verdad es que el verdadero asesino es Mortimer, un experto lanzador de cuchillos que desea venderle la esmeralda a un tercero, un tal señor Smith.
Pachu, decidido a encontrar al asesino de su amigo, escapa de la jefatura de policía y se entrevista con Alice, a quien convence de su inocencia. Analizando cuidadosamente un número de indicios que encuentra en la escena del crimen,  Pachu deduce la identidad del asesino y lo descubre en un parque de diversiones londinense. Mortimer logra escapar de Pachu  pero poco después es asesinado por el señor Smith, que le roba la esmeralda. Pachu  persigue a Smith, pero debido a una intervención de la policía éste logra escapar en un tren rumbo a la localidad de Rindley, donde piensa venderle la esmeralda al descendiente de uno de sus antiguos dueños, el Conde Bartok.
Bartok es un vampiro humano, y vive en el castillo de Boyer, un vetusto edificio en los páramos cercanos a Rindley. Una de sus servidoras es Amadea, una vieja bruja gitana que le ayuda a conseguir víctimas entre la población local. Cuando la gitana Cecilia es encontrada asesinada por Bartok, el pueblo de Rindley monta en cólera e intenta linchar a Amadea. Es en ese momento que Smith llega a Rindley, donde en la estación lo espera Yorvich, hijo de Amadea y mayordomo del castillo de Boyer, un gitano jorobado a quien el Conde Bartok le amputó la mano derecha reemplazándosela por un garfio de acero. Yorvich lleva a Smith al castillo, y allí le da a beber un brebaje que le hace perder el sentido hasta la noche. Se entrevista entonces con el Conde Bartok, quien se niega a pagarle el dinero prometido por su trabajo; en vez de eso ataca al malhechor, quien aterrado intenta huir por los pasillos del castillo. En su carrera se encuentra con Yésica, el ama de llaves de Bartok, pero tarde descubre que ella también es un vampiro humano. Yésica asesina al señor Smith, mientras que Bartok contempla complacido la esmeralda Romanov que así regresa a sus dominios.
Desarrollo
 Pachu Y Toto llegan a Rindley en persecución de Smith, donde son atacados por espectrales "Caballeros de la Muerte". Logran escapar, pero viendo a Amadea en peligro de ser linchada deciden salvarla de los habitantes del pueblo. Poco después, caminando por los páramos de Rindley, descubren a Yorvich sepultando un cadáver. Se enfrentan con él, pero Yorvich sorprende a Pachu atacándolo con su garfio de acero y logra escapar. Intentan desenterrar el cadáver para descubrir su identidad, pero son atacados por una jauría de perros furiosos y son forzados a huir. Retornan a Rindley cansados y se hospedan en la posada del "Zorro Azul", donde conocen a Roxana, la hija de la hospedera, una simpática muchacha a la que Toto revela la historia de la esmeralda Romanov, la razón por la que él y Pachu están allí. Eventualmente Pachu y Toto vuelven a los páramos, donde descubren que el cadáver que Yorvich había sepultado pertenece al señor Smith, quien muestra signos obvios de haber sido atacado por un vampiro humano. Cuando Pachu intenta mostrarle el cadáver al alcalde de Rindley, descubre que ha sido movido a otro lugar.
Los caballeros de la muerte vuelven a atacar, y Pachu intenta detenerlos con sus dardos somníferos. Estos no tienen efecto, y así descubre que los caballeros de la muerte son verdaderos espectros y no humanos disfrazados. Mientras tanto Roxana se dirige al castillo de Boyer, la muchacha no cree en las historias de vampiros humanos y visita al Conde Bartok varias veces a la semana para venderle bordados. Pero en esa ocasión descubre la esmeralda Romanov, y varios días después informa a Pachu
El Conde Bartok mientras tanto tiene planes de desposar a Ruth de Tornell, la hija de un empobrecido aristócrata del poblado vecino, New Forling. Ruth no accede a esos planes, entre otras razones porque tiene un prometido que vive en Estados Unidos, Jim Preston. El Conde compra muchas de las deudas del Duque de Tornell, el padre de Ruth, pero al descubrir que este nunca accederá a que su hija se case con él decide matarlo e incendiar sus tierras, quedando así Ruth completamente indefensa y en bancarrota.
Pachu intenta varias veces llegar hasta el castillo de Boyer, pero atravesar los páramos es una empresa llena de peligros, así que convence a Roxana de que lo lleve. Sin embargo en el camino Toto cae en una cripta subterránea, y mientras que Pachu lo busca, Roxana es asesinada por el Conde Bartok, quien la acusa de haberlo traicionado. Pachu encuentra el cadáver de Roxana y lo lleva de regreso a Rindley. Cuando la madre de Roxana ve el cadáver de su hija, culpa a Pachu de su muerte. Dejando a Toto en la posada, Pachu decide visitar la casa de Ruth de Tornell, temiendo que el Conde Bartok la ataque. Encuentra la mansión de los Tornell en llamas, Yorvich la ha incendiado. Ruth sin embargo cree que es Pachu quien ha causado el incendio, y a falta de otras opciones decide aceptar la oferta del Conde Bartok de ir a vivir al castillo de Boyer, donde pronto cae bajo su dominio mental.
La gente del pueblo de Rindley culpa a Pachu y a Toto de la muerte de Roxana, y la turba enardecida intenta quemar a Toto en la hoguera. Pachu  lo salva, pero son heridos al tratar de saltar de lo alto de una iglesia a un río que pasa detrás. La gente del pueblo cree ahora que ambos están muertos, pero Pachu  y Toto buscan refugio en la cripta que Toto había descubierto. Allí descubren el cadáver del señor Smith.
El inspector Louis Douglas llega a Rindley en persecución de , Pachu con quien se encuentra en el pueblo. Este lo convence de ir a buscar juntos el cadáver del señor Smith, para así convencerlo de su inocencia, pero al llegar a la cripta descubren que el cuerpo ha sido movido de nuevo por Yorvich. Pachu decide escapar, y golpea al inspector dejándolo sin sentido. Junto a Toto se adentra por un pasadizo subterráneo, pero los dos caen en una trampa de la que solo pueden escapar usando la fuerza de un rayo.
Al acercarse al castillo, Pachu y Toto son atrapados por los caballeros de la muerte. Cuando Pachu y el Conde se enfrentan por fin se enzarzan en un combate con floretes del que Pachu sale victorioso. El Conde se siente divertido con , Pachu lo considera un digno enemigo y lo deja libre para que deambule por el castillo, sabiendo que no escapará sin Ruth de Tornell. Pachu usa el tiempo para convencerse que el Conde es efectivamente un vampiro humano.
El inspector Douglas llega por fin al castillo y se encuentra con el Conde Bartok. Éste, burlón, le muestra la esmeralda Romanov y le explica la inocencia de Pachu antes de proceder a beber su sangre. El inspector Douglas sobrevive el ataque pero enloquece de terror y cree que se ha convertido en un vampiro humano.
Oyendo gemidos que salen de los sótanos del castillo, Pachu y  Pachu descubren a Eleonora, una antigua esposa del Conde de la que él se alimenta a pequeños sorbos todos los días. Para rescatarla a ella y a Ruth de Tornell, Pachu modifica las facciones de su cara para hacerse pasar por el Conde y engañar a Yorvich. Así disfrazado busca a Ruth y la libera del dominio hipnótico del Conde, y luego intenta encontrar los sótanos donde se encuentra el calabozo de Eleonora, para liberarla. Mientras tanto el verdadero Conde regresa al castillo después de una cabalgata por los páramos, descubre el engaño, mata a Eleonora antes de que Pachu la encuentre y ordena a Yorvich buscar y capturar a Toto quien se había quedado en una habitación del castillo esperando a Pachu. Cuando el Conde y Pachu por fin se encuentran, Pachu le corta el paso para obligarlo a revelar ante él su condición de vampiro humano ante la llegada del día. Sin embargo tiene que dejarlo escapar, Toto está prisionero de la bruja Amadea, quien tiene órdenes de asesinarlo al amanecer.
Cuando Pachu llega a rescatar a Pachu Amadea lo aprisiona en una red. Pachu hipnotiza el cuervo de Amadea y lo obliga a atacar su ama, quien tropieza y cae en una hoguera, quemándose horriblemente. Pachu y Toto deciden regresar al castillo.
Mientras tanto, Jim Preston, el prometido de Ruth de Tornell, regresa a Inglaterra a buscarla. Hablando con Robert Wilson, el alcalde de Rindley, descubre que Ruth está en el castillo de Boyer, y se dirige hacia allá. Al acercarse a los páramos es atacado por los caballeros de la muerte, pero Pachu lo rescata y vence a los caballeros. Jim y Pachu se disfrazan de caballeros de la muerte, y entran al castillo seguidos de Toto quien se esconde entre las sombras.
El Conde Bartok mientras tanto ha organizado su boda con Ruth de Tornell. Pachu  y Jim Preston están presentes, como caballeros de la muerte. No pudiendo soportar el espectáculo, Preston revela su presencia, y temporalmente rompe el dominio hipnótico del Conde sobre Ruth. Yorvich ataca a Preston y Pachu viéndose descubierto, huye, pero es llevado por Yorvich a una trampa de la que también escapa. El Conde reestablece su control mental sobre Ruth y la quiere obligar a matar a su prometido. TOTO le lanza un dardo somnífero a Ruth para impedirlo, pero haciéndolo es descubierto y tomado prisionero.
Amadea vuelve al castillo, y el Conde la azota salvajemente para castigar su fracaso en matar a Pachu a pesar de estar ella horriblemente quemada. Esto despierta un rabioso deseo de venganza en Amadea y en su hijo, Yorvich.
El Conde y Yorvich usan a Toto para atraer a Pachu, quien es atrapado y torturado. Al llegar el día, Jim y Ruth son llevados a los calabozos, donde despiertan, mientras Pachu y Toto están en la sala de los tormentos. Pachu  logra escapar y atrapar a Yorvich, quién lo guía a los calabozos donde están Ruth y Jim Preston. Pachu hipnotiza a Ruth y le ordena decir la frase "Dios todopoderoso me protege" como un mantra, piensa que esa frase la protegerá de los vampiros humanos. Jim Preston está demasiado débil para moverse, así que Pachu  le quita la llave del calabozo a Yorvich, se la entrega a Toto y lo deja en el calabozo acompañando a Jim Preston. Yorvich es dejado en libertad.
Cuando el Conde Bartok despierta y se da cuenta de la fuga de Pachu, azota a Yorvich bárbaramente, y este decide abandonar el castillo. Va donde Amadea, y esta lo convence de regresar para tomar venganza del Conde: piensan deformar la cara de Ruth de Tornell, la mujer que él ama. Cuando el Conde trata de dominar a Ruth encuentra que no puede, la fuerza hipnótica de Pachu es demasiado poderosa. Ante esto manda a llamar a Amadea, esperando que ella pueda ayudarlo. Mientras tanto en los sótanos el Inspector Douglas ataca a Pachu, y así rompe su dominio hipnótico sobre Ruth. Amadea aconseja dejar descansar a Ruth esa noche, su idea es que la dejen sola para ella poder deformarla.
Yésica encuentra a Pachu, y le dice que está dispuesta a traicionar al Conde por su amor; lo lleva a sus habitaciones y lo embrutece con un brebaje, perfume de heliotropos y magia negra. Amadea y Yorvich, después de descubrir a Yésica con Pachu, se dirigen a la habitación de Ruth de Tornell con la intención de desfigurarla, pero son descubiertos allí por el Conde, quien enfurecido los amenaza. Para desviar su atención Amadea le dice al Conde que Yésica lo traiciona. Yésica aparece, y le informa al Conde que tiene a Pachu  dominado en sus habitaciones. Van allí, y Yésica muerde el cuello de Pachu, bebiendo su sangre. Pachu sobrevive el ataque, aún si Yésica y el Conde asumen que se ha convertido en un vampiro humano.
Toto, acosado por un presentimiento, decide salir del calabozo donde está con Jim Preston. Éste lo sigue, aunque sigue muy mal herido. Escapan de la torre de los calabozos saltando hacia el foso que la rodea. En la parte principal del castillo, Toto encuentra manchas de sangre y parte de la gorra de Pachu. Luego hace lo posible por vendar la herida de Jim Preston. De pronto, Toto y Preston escuchan la voz de Pachu  tras la puerta de una habitación. Logran mirar a través de una rendija y descubren a  Pachu, Bartok y Yésica brindando amistosamente. Toto asume que está fingiendo ser un vampiro humano, y decide dejarlo continuar su farsa sin intervenir. Escuchando la conversación, Toto y Preston descubren el paradero de Ruth de Tornell y deciden ir por ella.
El amanecer se aproxima, y el Conde y Yésica llevan a Pachu  a una habitación utilizada por vampiros humanos huéspedes. Este se acomoda en su ataúd y se dispone a descansar durante el día. El Conde y Yésica, convertidos en vampiros, vuelan al sitio donde están sus propios ataúdes, el lugar más secreto del castillo, el cementerio de los vampiros.
Preston y Toto llegan hasta la habitación de Ruth, y le informan acerca de lo que vieron hacer a Pachu . Amadea y Yorvich, que habían venido a desfigurar a Ruth, escuchan detrás de pesados cortinajes, y conociendo el sitio donde debe estar durmiendo Pachu deciden intentar acabar con él: Amadea piensa clavarle una estaca en el corazón, eso lo matará tanto si es un vampiro humano como si no. Antes de que logre hacerlo, los ojos de Pachu  se abren, y Amadea y Yorvich ven como Pachu se convierte en un vampiro que los ataca. Amadea está a punto de sucumbir ante el ataque de Pachu -vampiro, cuando Yorvich abre una puerta y la luz del día entra en la habitación. Esto obliga a Pachu   a regresar a su ataúd, y Yorvich y Amadea huyen despavoridos.
Toto Jim Preston y Ruth se adentran por los pasillos del castillo. Descubren a Amadea y Yorvich comentando el ataque de Pachu  y caminando hacia la salida, pero aunque Preston y Ruth quieren seguirlos para salir del castillo, Toto quiere buscar a Pachu, pues no cree que se haya convertido en vampiro humano. Toto logra convencer a sus amigos, y toman el camino por el que venían Yorvich y la bruja, llegando así al sitio donde se encuentra el ataúd de Pachu. Preston, encontrando la estaca de madera que había llevado la bruja Amadea, decide abrir el ataúd y matar a quienquiera que esté ahí, sea Pachu o no. Empieza a levantar la tapa del ataúd, pero un intenso aroma de heliotropos se expande por la habitación. Toto Preston y Ruth de Tornell pierden el sentido al pie del ataúd de Pachu.
Horas después, al caer la noche, Ruth de Tornell despierta al sentir en su cara las caricias del Conde Bartok; él y Yésica han venido a despertar a Pachu, quien pronto sale de su ataúd ignorando a sus tres compañeros. Toto se rehúsa a creer que Pachu  se haya convertido en vampiro, y el Conde, para torturarlo, se lo quiere probar. Primero hiere a Pachu repetidamente con su florete sin que mane sangre. Luego le pasa una llama por la cara, sin que haya reacción. Preston y Ruth de Tornell, aprovechando que todos están distraídos, huyen por los pasillos del castillo. El Conde ordena a Pachu matar a Toto y cuando éste va a hacerlo, Yésica da la voz de alarma. Olvidan a Toto y persiguen a Jim Preston y Ruth de Tornell, quienes logran salir del castillo, internándose en jardines que contienen plantas carnívoras.
Mientras Yésica y Pachu se entregan a sus amoríos, el Conde rescata a Ruth de las plantas carnívoras, pero quiere dejar morir a Jim Preston. Ruth de Tornell ofrece esposar al Conde sin oponer resistencia a cambio de la vida de Preston. El Conde acepta, y Jim Preston es llevado a un calabozo y Ruth de Tornell a sus habitaciones. Sólo la llegada del amanecer impide que el Conde consume su unión con Ruth. También Yésica y Pachu tienen que huir de la luz del sol, y Yésica, enamorada, decide llevar a Pachu  al cementerio de los vampiros. Allí, Pachu  se introduce a un ataúd al lado de los de Yésica y Bartok. Pero alguien la ve: Yorvich ha seguido a Yésica, y así también él descubre el emplazamiento del cementerio de los vampiros, algo que nunca había podido lograr en sus muchos años de servicio al Conde.
Toto acurrucado contra un rincón está entregado al desespero: Pachu  ha sufrido una suerte peor que la muerte. De pronto, oye la voz de Pachu  en su cerebro que le ordena ir hacia donde él lo ordena. Toto obedece y se dirige hacia el cementerio de los vampiros. Al mismo tiempo, Amadea y Yorvich sacan a Ruth de Tornell de sus habitaciones, quieren matar a todos a la vez en el cementerio de los vampiros. Toto llega al cementerio, y, bajo las órdenes de Pachu, abre su ataúd. Pachu  abre los ojos, y poco a poco recupera su figura normal. Explica a Toto que ha estado fingiendo todo este tiempo: fingió caer bajo control de Yésica, y cuando esta lo mordió desaceleró su corriente sanguínea de manera que ella bebió sólo parte de su sangre. Después efectuó un actus mortis durante la primera noche, e hipnotizó a Amadea y a Yorvich cuando éstos lo atacaron. Por medio del control mental evitó sangrar cuando el Conde lo atacó con el florete, y también por control mental evitó reaccionar cuando el Conde lo quemó. Lo más difícil fue atacar a Toto, pero Pachu  sabía que tenía que hacerlo para engañar a los vampiros humanos.
Pachu y Toto abren los ataúdes del Conde Bartok y de Yésica, pero antes de poder atacarlos, un grito de Ruth de Tornell los distrae. Pachu  deja a Toto armado con dos estacas de madera en el cementerio de los vampiros y le dice que pronto regresará. Corre tras Amadea y Yorvich, y lo ve salir del castillo llevando a Ruth.
Amadea ata a Ruth de Tornell a un árbol, y cuando Pachu  la va a rescatar cae en un pantano. Amadea desata a Ruth y se la lleva mientras Pachu se hunde. Pachu amarra su  correa a su camisa y la lanza a una rama. La correa se enreda en ella, y así Pachu tiene un punto de apoyo para salir del pantano. Mientras tanto, Amadea enciende un "fuego verde" que usará en combinación con un ácido para desfigurar a Ruth de Tornell. Va a verter el ácido sobre la cara de la joven, cuando Pachu  destruye el frasco que lo contiene. Yorvich ataca a Pachu, pero es vencido de un puñetazo. Amadea se lanza contra Pachu  con un leño de "fuego verde", pero tiene el viento en contra y el fuego enciende sus ropas. Amadea muere quemada, y Pachu  no puede impedirlo. Yorvich escapa, y temiendo que Ruth sea capturada por él, Pachu decide que ella lo acompañe de vuelta al castillo.
Pachu y Ruth tratan de liberar a Jim Preston, pero no pueden abrir la puerta de la celda que lo aprisiona. Buscan entonces a Toto quien espera en el cementerio de los vampiros. Llegando allí Pachu clava estacas de madera en los corazones del Conde Bartok y de Yésica, y ambos se convierten en momias. De las manos resecas del Conde toman una llave para abrir la celda de Preston, pero llegan demasiado tarde: Yorvich se lo ha llevado al jardín de la muerte. Pachu, Toto y Ruth llegan allí, y Ruth es apresada por una planta carnívora. Pachu  prende fuego al jardín, las plantas carnívoras mueren y Jim Preston y Ruth logran escapar.
Yorvich llama a los caballeros de la muerte y a todos los espectros que sirven al Conde. Extrañado por la ausencia del Conde y de Yésica en esa noche tan importante, va al cementerio de los vampiros a investigar lo que ha pasado, y allí encuentra los cuerpos momificados de los dos vampiros. El odio de Yorvich hacia Pachu  es mayor que el que siente hacia el Conde, pues ahora culpa a Pachu  de la muerte de Amadea, y para no dejar escapar a Pachu  decide revivir los dos vampiros humanos sacándoles las estacas de madera de sus corazones. Así el Conde Bartok y Yésica vuelven a la vida.
Pachu y sus amigos intentan escapar por los páramos de Rindley, pero una bandada de murciélagos hambrientos invocada por el Conde Bartok los obliga a retroceder. Se refugian en una cripta abandonada. Ahí, Pachu  recuerda que necesita buscar un objeto en el Castillo de Boyer, la esmeralda Romanov, sin ella no podrá probar su inocencia. Regresa al castillo, y pronto encuentra la esmeralda escondida en un armario.
El Conde Bartok, por medio del hipnotismo, llama a Ruth a que regrese ante él. Jim Preston y Toto intentan impedirlo, pero ella golpea salvajemente a Preston. Cuando Pachu regresa a la cripta, ordena a toto y Preston regresar al pueblo de Rindley, y con la esmeralda como prueba convencer al alcalde del pueblo de que regrese con tantos aldeanos como sea posible. Pachu  regresa al cementerio de los vampiros, y descubre que los ataúdes que hay allí están vacíos; el Conde y Yésica han revivido. Antes de que pueda salir de la habitación, Yorvich cierra la pesada puerta y la traba con una viga de acero, Pachu  queda prisionero.
El inspector Douglas, es su vagar por los pasillos del castillo, pasa por enfrente de la celda de Pachu, y éste logra hipnotizarlo. Douglas retira la tranca de la puerta y entra, Pachu sale y deja a Douglas encerrado. Mientras tanto, Ruth ha llegado a donde está el Conde, quien se dispone a esposarla esta noche, no esperará más. Yorvich entra y les avisa que Pachu está prisionero, y Yésica parte a matarlo.
En los pasadizos, Pachu  se encuentra con Yorvich y lo obliga a desnudarse. Toma sus ropas, y contorsionando las facciones de su cara y el resto de su cuerpo, asume la identidad de Yorvich. Al verdadero jorobado lo deja colgado de su garfio en una argolla, amarrado y amordazado. Luego va donde el Conde Bartok y lo convence de que le entregue a Ruth, ostensiblemente va a vestirla y adornarla para su noche de bodas. Cuando está a solas con Ruth, vuelve a asumir su propia personalidad, y empieza a bajar con Ruth a cuestas por uno de los torreones del castillo para ayudarla a escapar.
Mientras tanto, Toto y Jim Preston llegan a Rindley y piden ayuda al alcalde, quien se niega a ayudarlos. Toto trepa entonces al campanario de la iglesia del pueblo y toca las campanas, arengando a los aldeanos. Logra hacer cambiar de opinión al alcalde Wilson, quien convence a los aldeanos de que vayan al castillo de Boyer y lo incendien.
Yésica descubre que Pachu  ha escapado, y encuentra a Yorvich colgado de su garfio. Avisa al Conde, y este ordena a sus soldados que rodeen el castillo. Luego, el Conde Bartok busca a Yorvich, y furioso por la ineptitud de su sirviente, lo mata a latigazos. Pachu  y Ruth no pueden terminar de bajar por el torreón, pues los caballeros de la muerte los esperan abajo. Entran a una habitación de la torre y corren hacia abajo. Los caballeros de la muerte los alcanzan, y se entabla una lucha encarnizada que solo termina cuando Pachu  hace caer una pesada viga causando un derrumbe que sepulta a los caballeros de la muerte.
Buscando la salida del castillo, Pachu  y Ruth encuentran al Conde y Yésica que les cortan el paso. Pachu  pregunta por Yorvich, y el Conde le muestra la masa sanguinolenta en la que este ha quedado convertido. Los vampiros humanos, convertidos en vampiros, atacan a Pachu  y Ruth. En ese momento los aldeanos de Rindley llegan al castillo y lanzan antorchas por todas las ventanas, causando un gigantesco incendio. La habitación donde Pachu  pelea con los vampiros se incendia, y el Conde Bartok y Yésica no pueden evitar ser alcanzados por las llamas, las cuales devoran sus cuerpos y los destruyen. Pachu  y Ruth corren a la ventana y saltan hacia el foso que rodea el castillo, logrando así escapar del incendio. Pachu entrega a Ruth a Jim Preston y regresa, tiene que rescatar al inspector Douglas del cementerio de los vampiros. Lo logra, y poco después el castillo entero se derrumba, pasto de las llamas.
Para curar de su locura al inspector Douglas, Pachu  lo hipnotiza y le hace olvidar todos los horrores que vivió en el castillo de Boyer: el inspector Douglas recobra así la cordura y vuelve a ser el mismo escéptico que duda de la existencia de vampiros humanos. La esmeralda Romanov sirve de prueba para exculpar a Pachu  de lo que se le acusaba, y Pachu, que había comprado la esmeralda a Alice Flagherty aún sin tenerla en su poder, la dona a un museo británico. Jim Preston y Ruth de Tornell le anuncian a Pachu sus próximas nupcias y le agradecen el haberlos salvado de los vampiros humanos.

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