Pechugas de pollo a la Villaroy. Receta paso a paso

Pechugas de pollo a la Villaroy. Receta paso a paso

  • 4 PERSONAS
  • PREPARACIÓN MEDIA
  • 1,55 EUROS/PERSONA
  • TIEMPO DE PREPARACIÓN: 85 MINUTOS
Receta de Pechugas de Pollo a la Villaroy

INGREDIENTES

  • 8 filetes de pechuga de pollo
  • Para la bechamel:
  • 50 g. de mantequilla
  • 75 g. de harina de trigo
  • 400 ml. de leche
  • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
  • Para el rebozado:
  • 100 g. de harina de trigo
  • 200 g. de pan rallado
  • 2 huevos grandes
  • Aceite de oliva virgen extra (el necesario para freír los filetes de pollo)
  • Guarnición: una bolsa de ensalada mixta de canónigos y rúcula, 5 nueces, aceite de oliva virgen extra, vinagre de jerez y sal.
Como otras muchas esta receta proviene de la gastronomía francesa. Este “Pollo a la villaroy” es una manera diferente de preparar esta carne blanca, que nos puede sacar de la monotonía y darle un poco de “alegría” frente las preparaciones más clásicas de las recetas con pollo que encontraréis en el blog. El nombre del plato deriva de la Salsa Villeroy (o villaroi) usada para recubrir la carne de pollo, muy similar a la archiconocida bechamel. Se diferencia de ésta en que se le añade queso rallado y clara de huevo, dándole una textura más espesa.
El nombre de la salsa se debe al Marqués de Villeroy(Francia, 1644-1730), un militar francés que sufrió severas derrotas en el campo de batalla, pero siempre bien protegido por el “Rey Sol” Luis XIV que le tenía gran estima. Esta salsa siguió vigente durante los siglos XVIII y XIX, aunque ya en el siglo XX con la “nouvelle cuisine” fue evolucionando hasta ser considerada como una bechamel enriquecida. Esta receta de pollo a la Villaroy utiliza la clásica salsa bechamel entre sus ingredientes aunque podéis añadirle el queso rallado para darle un punto más de cremosidad y acercaros así a la receta original.
Para el plato se utiliza la parte más magra del pollo o de otra ave, es decir, la pechuga, que naparemos con la bechamel para terminar rebozándola. Es una receta sencilla, muy jugosa y que triunfa especialmente entre los más pequeños de la casa, que suelen “adorar” todo lo que lleve bechamel, como las croquetas. Se puede añadir el queso rallado para darle un punto más de cremosidad a la salsa. Espero que os animéis con estos filetes de pechuga de pollo con un toque distinto en casa. He optado por acompañarlos con una ensalada con canónigos, rúcula, nueces y una vinagreta clásica, con vinagre de jerez. Un plato completo y de rechupete.

PREPARACIÓN DE LAS PECHUGAS DE POLLO A LA VILLAROY

La base de la receta son las pechugas de pollo, por lo que es importante comprar unas de buena calidad y que luego nos garanticen jugosidad y buen sabor. Pediremos al carnicero/a que nos las divida en 3-4 filetes cada una, sin que sean demasiado delgados.
  1. Lo primero que vamos a hacer es pasar las pechugas por la plancha o sartén. Es necesario cocinarlas “en el punto” porque luego con el rebozado no se harían lo suficiente. Si queremos un mejor resultado visual del plato final, recortamos un poco los filetes con un cuchillo, para darles uniformidad y que se parezcan todos en tamaño.
  2. Salpimentamos los filetes al gusto y en una sartén (o plancha) con un poco de aceite de oliva, los pasamos vuelta y vuelta un par de minutos. Queremos que se cocinen “al punto”, hechos por fuera y jugosos por dentro. Retiramos y reservamos para más tarde.
  3. Una vez hechas las pechugas, pasamos a preparar una salsa bechamel, que ya he hecho muchas veces en el blog. Es importante que no nos queden grumos, así que si optáis por lo fácil, es aconsejable elaborarla con leche templada.
  4. Calentamos la leche en un cazo, pero sin que llegue a hervir ni calentarse demasiado. Solo queremos darle temperatura para favorecer que no se hagan grumos. Para este fin también vamos a tamizar la harina con un colador. En otro cazo grande incorporamos la mantequilla y a fuego bajo, dejamos que se vaya derritiendo hasta que esté líquida por completo. Añadimos ahora, poco a poco, la harina tamizada, al mismo tiempo que vamos mezclando. Obtendremos una masa de color dorado que denominamos “roux”. Este paso es importante ya que la harina debe quedar bien cocinada.
  5. Echamos la mitad de la leche templada y removemos sin parar con unas varillas, en la misma dirección, para que se vaya espesando y formando la salsa. Echamos un poco de sal. Al mezclar, comprobamos que no se formen grumos y si es así los vamos aplastando. Echamos la leche restante y seguimos con el proceso de igual manera. Nos debe quedar una salsa bechamel homogénea, sin grumos y ligeramente espesa. Dejamos que repose unos 5 minutos antes de pasar al siguiente paso.
  6. En una fuente o plato ponemos un papel de horno. Cogemos los filetes de pechuga, los napamos (recubrimos por ambos lados) con la salsa bechamel y los colocamos sobre el papel. Reservamos durante 1 hora en la nevera para que enfríe y coja cuerpo la salsa.
  7. Para el rebozado vamos a necesitar los ingredientes típicos: la harina, el pan de rallado y los 2 huevos batidos. Si es por gustos, podéis hacerlo solo con huevo y pan rallado, aunque yo prefiero hacerlo también con harina.
  8. Podemos freírlos en freidora o en una sartén ancha con abundante aceite. Lo importante es que el aceite esté bien caliente y que los filetes se hagan por ambos lados. Retiramos con cuidado el papel de horno de los filetes de pollo con bechamel. Primero los pasamos por harina, luego por el huevo batido y finalmente los recubrimos bien de pan rallado. Comprobamos que queda toda la superficie bien cubierta, para que resulte un rebozado completo y homogéneo.
  9. Freímos con el aceite bien caliente por ambos lados hasta que vemos que tienen un tono dorado y crujiente. En su interior la carne estará jugosa y la salsa bechamel se habrá vuelto cremosa. Retiramos y reservamos sobre un papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.
  10. Para acompañar el pollo a la Villaroy he optado por una fresca y rica ensalada. En el súper encontraréis unas bolsas con canónigos y rúcula, una magnífica combinación. Le añadimos unas nueces peladas por encima, y una vinagreta clásica con aceite de oliva, vinagre de Jerez y sal.
Os puedo asegurar que os quedará una carne muy jugosa, una receta de rechupete gracias al toque especial que le da la bechamel y el crujiente del posterior rebozado. Le encantará a toda la familia, sobre todo a los niños. ¡No os arrepentiréis!

Comentarios

Entradas populares de este blog

SABES LO QUE ES UNA MOROCOTA ?

como fabricar un platillo volador ovni

Curar las hemorroides en 24 horas con sólo un ingrediente en la cocina